- por Fabiana Cruz y Hugo Hernán Díaz para el Diario del Juicio
Por videoconferencia y desde la provincia de Buenos Aires, Elena Trinidad Miranda prestó declaración ante el Tribunal Oral Federal. En el año 1975 vivía en la Banda del Río Salí, al lado de la casa de uno de los imputados: Roberto Heriberto Albornoz. Un día durante el mes de junio Elena llegó a su casa, encontró todo revuelto y en las paredes había sangre y pelos, que luego corroboró que estos le pertenecían a sus dos hermanos: Héctor Miguel Miranda y José Esteban Miranda. Quien había estado presente durante el secuestro, fue la madre de los hermanos Miranda, uno de los captores le dijo en aquel momento: “olvídate de tus hijos, porque nunca más los vas a ver vivos”.
Durante su secuestro, Héctor estuvo en la Escuelita de Famaillá, luego en la Jefatura de Policía, y finalmente en la cárcel de Villa Urquiza. En todos estos lugares fue salvajemente torturado y su detención duró seis años. José Esteban Miranda, fue también trasladado a la Escuelita de Famaillá y torturado por los militares, su cautiverio duró 45 días.
Elena Miranda contó que a su hermano José Esteban ya lo había detenido en reiteradas ocasiones “el tuerto” Albornoz, y que le hacía interrogatorios en los que la principal pregunta era dónde se encontraba ella (Elena). Los tres hermanos eran dirigentes barriales, militantes del Peronismo de Base; “queríamos sacar a la gente de sus miserias, reivindicarlos” comentó la mujer ante el juzgado.